E. Elaboración de la cerveza.
Comenzamos la parte más entretenida de este manual, donde explicaremos
las distintas fases de elaboración de la cerveza. Si en lugar de partir del
grano de malta, lo hacemos desde extracto de malta, leer a partir del punto 6.
Fermentación.
1. Triturado o molienda
Como comentamos, la malta triturada envejece mucho más rápido, por lo
que debe utilizarse cuanto antes. Esto hace que lo más seguro es que el
cervecero aficionado sea quien triture su propia malta.
Triturar no significa moler. El grano debe romperse solo un poco, por
lo que antes de comenzar hay que ajustar el molino. Si se tritura demasiado
fino, implica dificultades en la filtración, o sea, en la separación del
líquido de los componentes sólidos (el bagazo), que se convertirá en cerveza.
Para el cervecero casero, la
mejor solución es un molino casero de cereales que permita regular el grado de trituración. En el proceso no
debe calentarse la malta demasiado porque resulta inevitable un cierto daño en
los enzimas. Por ello se recomienda efectuar pausas, transcurridos unos minutos.
2. Maceración
El macerado significa la sacarificación de los almidones. Sirve para
convertir el almidón presente en el grano en azúcares. Estos azúcares son los
que se necesitarán para la fermentación. Durante la fermentación la levadura
convierte los azúcares en alcohol, pero también determina el sabor de la
cerveza.
Los enzimas formados en el malteado deben prolongar su reducción a
componentes químicos en la maceración. A tal efecto, revisten importancia dos
grupos de enzimas:
- Proteasas: degradan las grandes moléculas proteicas (proteínas) en sencillos componentes proteicos de pequeño peso molecular.
- Amilasas: degradan el almidón en azúcar y dextrinas. Se presenta en dos formas: α-amilasa y β-amilasa. La primera genera más dextrina, mientras que la segunda produce más sacarosa (azúcar).
En general, todos los enzimas mencionados actúan en todas las
temperaturas de la maceración, pero todos tienen también sus temperaturas
óptimas, en las que desarrollan mejor su actividad y por otra parte, resultan
gravemente dañados por determinadas temperaturas elevadas. Estos márgenes
térmicos están en los siguientes intervalos:
- Proteasas: óptima entre 40-60ºC. Nociva a partir de 70ºC
- Β-amilasa: óptima entre 62-65ºC. Nociva a partir de 70ºC
- Α-amilasa: óptima entre 72-75ºC. Nociva a partir de 80ºC
Por este motivo, en la maceración es conveniente ir elevando
gradualmente la temperatura de la mezcla malta-agua, estableciendo unos tiempos
de estacionamiento de temperatura en los puntos óptimos, es decir, el macerado
se realiza un tiempo determinado a una temperatura dada.
En la siguiente tabla se expresan las zona óptimas de estacionamiento,
pero son datos que solo se deben tomar como orientativos, puesto que cada
cerveza puede tener una zona concreta que muchas veces cada elaborador de
cerveza deber determinar. La tabla indica las acciones positivas (+) y
negativas (-) que cabe esperar al subir o bajar la temperatura óptima de
estacionamiento, y también al prolongar o acortar los tiempos de maceración.
Enzima
|
Proteasa
|
β-amilasa
|
α-amilasa
|
Acción del enzima
|
Desdobla la proteína en pequeñas unidades
|
Desdobla el almidón en azúcares fermentables
|
Desdobla el almidón con mayor proporción de productos no fermentables
|
Temperatura estacionamiento
|
53ºC
|
63ºC
|
75ºC
|
Estacionamiento a temperatura más baja
|
+ Filtración
-Comportamiento de la espuma.
-Paladar.
|
+grado de fermentación
-Sin azucarar
|
+grado de fermentación
-Sin azucarar
|
Estacionamiento a temperatura más alta
|
- Filtración
+Comportamiento de la espuma.
+Paladar.
|
-grado de fermentación
+Sin azucarar
|
-grado de fermentación
+Sin azucarar
|
Duración del estacionamiento
|
60 min.
|
30-45 min.
|
30-45 min.
|
Acortamiento del tiempo de estacionamiento
|
+ Filtración
-Comportamiento de la espuma.
-Paladar.
|
- grado de fermentación
+Sin azucarar
|
-grado de fermentación
+Sin azucarar
|
Alargamiento del tiempo de estacionamiento
|
- Filtración
+Comportamiento de la espuma.
+Paladar.
|
+grado de fermentación
-Sin azucarar
|
+grado de fermentación
-Sin azucarar
|
Proporción malta-agua
Cada malta tiene una composición distinta y genera proporciones
diferentes de componentes solubles e insolubles. Por tanto, hay que saber la
cantidad de malta precisa para obtener una determinada cantidad de cerveza con
unos ingredientes principales concretos y la cantidad de agua total necesaria.
En el caso del agua, hay que tener en cuenta que una parte de la misma se
evapora en la maceración, otra queda retenida en el bagazo y después en la
cocción se evaporará otra buena parte. Por lo que tenemos que tener en cuenta que
necesitaremos utilizar bastante más agua que la cantidad final de litros de
cerveza que pensemos obtener. A modo solo de orientación, para elaborar 20
litros de cerveza necesitaremos unos 34 litros de agua.
Como se distribuye el agua en
la maceración: vertido principal y posvertido
No sólo es importante la cantidad total de agua empleada, sino también
la distribución de esta en el vertido principal (agua que se añade a la malta
al inicio de la maceración) y el posvertido (agua para lavar el bagazo una vez
terminada la maceración y la filtración). La distribución del agua en el
vertido principal y posvertido influye también sobre el tipo de cerveza. Las
cervezas claras requieren un mayor vertido principal de agua, o sea, una
maceración más diluida y en cambio, las cervezas oscuras tienen macerados más
densos.
En cuanto al rendimiento, un mayor posvertido, mejorará el
rendimiento, mientras que un menor posvertido reduce el rendimiento pero suele
mejorar la calidad de la cerveza.
Como ejemplo, para elaborar 20 litros de cerveza se emplearán:
Tipo cerveza
|
Cantidad malta
|
Agua principal
|
Posvertido
|
Clara 12%
Clara 16%
Oscura 12%
Oscura 16%
|
4,4 kg
5,8 kg
4,4 kg
5,8 kg
|
18 lts
20 lts
14 lts
16 lts
|
16 lts
14 lts
20 lts
18 lts
|
La mezcla del agua y malta tritura debe realizarse de tal manera que
tenga un aspecto de papilla pastosa, repartiendo la malta tritura en el agua
sin dejar de remover. Recordar que no se mezcla con todo el agua, sino con solo
una parte (vertido principal) en función del tipo de cerveza a elaborar.
Al graduar la temperatura de la mezcla, debe tenerse en cuenta que la
temperatura de ésta se encuentra entre la temperatura del agua y de la malta.
Cuando la malta está a temperatura
ambiente de unos 20ºC, el agua debe estar a unos 62ºC para alcanzar la
temperatura de macerado a 53ºC una vez realizada la mezcla.
Una vez finalizada la maceración hay que procurar que no quede nada de
almidón ni cantidades elevadas de dextrina. Para el control, puede utilizarse
la prueba del yodo para determinar la presencia de restos de almidón en el
macerado y evitar así el enturbiamiento posterior. La prueba del yodo se basa
en que éste tiñe de azul cualquier líquido que contenga almidón. Sin embargo,
cuanto más se degrada el almidón, menos intensa es la coloración; en este caso,
el yodo colorea el macerado avanzando primero de tono marrón rojizo, luego a
amarillo rojizo y por último de amarillo.
Para realizar la prueba del yodo, se toman unas gotas del macerado al
final de esta operación y se depositan sobre una superficie blanca, tras un
breve enfriamiento, se añaden unas gotas de yodo y de acuerdo a la coloración
obtenida, se prolonga la fase de estacionamiento o se da por concluida la
maceración.
Métodos de maceración:
Se describen diferentes métodos de maceración, pero no obsesionarse
con las técnicas de cada método, sobre todo en las etapas iniciales de las
primeras elaboraciones de cerveza. Cada cervecero casero con el tiempo, la
práctica y la destreza irá eligiendo aquel método que mejor resultado le
ofrezca o el que más le convenza.
Infusión decreciente
Es el método más sencillo y normalmente el más utilizado por los
cerveceros caseros. Lo curioso es que muchas de las nuevas microcervecerias que
están surgiendo en el país también están utilizando éste método, en gran
medida, porque la maquinaría de la que
disponen (recipiente de macerado) suele ser demasiado sencilla. Pasan de macerar
en una cuba de 20 litros a macerar en cubas de 200 a 500 litros.
Personalmente, están perdiendo rendimiento en el mosto obtenido al no
respetar el escalado de temperaturas tal como indicamos anteriormente.
En este método se parte de una temperatura de agua a unos 75-80ºC,
para una vez añadida la malta triturada alcanzar una temperatura de unos
64-68ºC. Al realizar la mezcla, remover muy bien y comprobar la temperatura
pasado un rato con un termómetro. Si fuese necesario, podemos añadir algo de
agua, o mejor, sacar parte del agua del macerado y calentarla más hasta
alcanzar el intervalo indicado de 64-68ºC. Se deja macerar durante 90 o 120
minutos. Para mantener la temperatura durante este tiempo, el cervecero casero
puede usar como recipiente macerador una termonevera que disponga de grifo y
filtro interior o una olla recubierta con una malla de lana que conserve el
calor.
Infusión creciente por etapas:
A diferencia del método anterior, iremos calentando el mosto a
diferentes temperaturas con estacionamientos entre dichas temperaturas, buscando
en cada etapa la temperatura idónea para desdoblar las proteínas y los
almidones, tal como se indicaron en una tabla anterior. Lo ideal es disponer de
una olla maceradora a la que se le pueda ir aplicando calor. Si se utiliza una
termonevera, tendremos que calentar parte del mosto de la mezcla en otro
recipiente e ir retornándolo a la termonevera. A diferencia de la decocción,
que se explica más adelante, en este caso lo que se calienta aparte es el
líquido del macerado y no el macerado espeso.
Se calienta agua a unos 62ºC y al mezclarla con la malta triturada
alcanzamos la primera temperatura de estacionamiento a 53ºC. Una vez terminado
el primer estacionamiento, calentamos la olla hasta alcanzar la segunda
temperatura de estacionamiento (unos 63ºC), y si es una termonevera, retiramos por el grifo
parte del líquido del macerado y lo calentamos aparte a unos 72ºC, para una vez
retornado a la termonevera alcanzar los 63ºC. Pasado este segundo
estacionamiento, volvemos a elevar la temperatura del agua hasta los 75ºC y si
es una termonevera, retiramos líquido del macerado y lo calentamos a unos 80ºC
hasta que al mezclarlo de nuevo en la termonevera alcance esos 75ºC.
Decocción:
Por decocción se entiende la cocción de materias vegetales. En este
caso, se extrae del recipiente parte del macerado, se pone a hervir, y luego se
vuelve a verter en la tina de macerado. Al mezclar el macerado que quedó en la
olla o termonevera con el macerado hervido, se eleva la temperatura del mismo.
Las cantidades de macerados parciales se calculan con la siguiente fórmula:
Macerado parcial hervido (l) = (Temperatura
deseada-temperatura inicial / 90- temperatura inicial) x macerado total (l)
Ejemplo:
Si se quiere elevar la temperatura de 15 litros de macerado desde 53ºC
(degradación proteica) hasta 65ºC (degradación de maltosa), aplicamos la
fórmula de la siguiente manera:
La duración de la cocción de estos macerados parciales suele estar
entre 15 y 45 minutos, siendo más corto para las cervezas claras y más largos
para las cervezas oscuras (ver ventajas de este método).
Ventajas de este método:
- La cocción parcial disuelve las sustancias contenidas en la malta, reduciéndose una parte del trabajo de las enzimas, lo cual es importante en las cervezas oscuras porque las maltas de este color son más pobres en enzimas que las claras.
- Disuelve sustancias que influyen en el sabor de la cerveza. Se obtienen así cervezas de más cuerpo y superior calidad.
- Las largas actividades enzimáticas permiten una buena degradación del almidón.
Inconvenientes:
- Mayor consumo de energía.
- Se necesitan 2 recipientes para la maceración.
- En la cocción se destruyen enzimas
- Como consecuencia de la cocción, las cervezas se oscurecen.
Existen muchos procedimientos de decocción, de acuerdo con el número
de macerados parciales cocidos, distinguiéndose los métodos de uno, dos y tres
pasos, cada uno de los cuales puede variar a su vez de acuerdo con las
temperaturas de estacionamiento o reposo y de los tiempos de cocción. También
se puede hablar de macerado espeso o macerado claro, dependiendo de si se
extrae para la cocción un macerado que contiene muchos componentes del bagazo o
no. Si se realiza, por ejemplo, una maceración a tres pasos, en los 2 primeros,
la cocción se suele hacer con macerados espesos y en el tercero con un macerado
claro.
El método de macerado a 3 pasos era el más utilizado en Alemania para
las cervezas de fermentación baja, ya que proporcionaba con seguridad
rendimientos y sabores satisfactorios con cualquier calidad de malta. En
cambio, hoy en día, se fabrican maltas con un grado de desagregación uniforme,
por lo que el método de los dos pasos es el más común.
Resumen de los macerados con un ejemplo:
Infusión creciente por etapas:
Mezclar a 52ºC
Estacionamiento: 30 minutos.
Calentar a 65ºC
Estacionamiento: 30 minutos, agitando cada 2-3 minutos.
Calentar a 72ºC
Estacionamiento : 30 minutos
Filtrar cuando sea negativa la prueba del yodo.
Decocción 2 pasos:
Mezclar a 52ºC
1 paso : separar 30% macerado - calentar a 70ºC
Estacionamiento: 15 minutos, agitando cada 2-3 minutos
Hervir: 15 minutos, retornarlo a la tina de la mezcla
Temperatura alcanzada: 64ºC
2 paso: separar 45% macerado - hervir durante 30 minutos y retornarlo
a la tina de la mezcla
Temperatura alcanzada: 76ºC
Estacionamiento: 20 minutos
Filtrar cuando sea negativa la prueba del yodo.
Decocción 3 pasos:
Mezclar a 35ºC
1 paso : separar 33% macerado - calentar a 70ºC
Estacionamiento: 15 minutos, agitando cada 2-3 minutos
Hervir: 20 minutos, retornarlo a la tina de la mezcla
Temperatura alcanzada: 53ºC
2 paso: separar 33% macerado - hervir durante 30 minutos y retornarlo
a la tina de la mezcla
Temperatura alcanzada: 65ºC
3 paso: separar 44% macerado – hervir durante 25 minutos y retornarlo
a la tina de la mezcla
Temperatura alcanzada: 76ºC
Estacionamiento: 15 minutos
Filtrar cuando sea negativa la prueba del yodo.
En las decocciones, los estacionamientos del macerado principal duran
lo que dura el tiempo de hervir el macerado que se separa.
3. Lavado - filtración
Concluida la maceración, debe separarse el líquido que constituirá la
futura cerveza. Es conveniente que la olla de macerado disponga de grifo y
filtro interno para facilitarnos la labor.
Ponemos una jarra debajo del grifo y lo abrimos. Al principio saldrá
un líquido turbio, con restos de grano, que debemos echar de nuevo en el
macerador, con cuidado de que no se remueva mucho el grano, de modo que los
propios granos actúen como filtro de estos restos. Al cabo de varias jarras de
recirculado, nos saldrá un mosto más limpio, el cual iremos echando a la olla
de cocción. Conforme se extrae el mosto, irá bajando el nivel del líquido en el
macerador, momento de ir añadiendo agua caliente a unos 78ºC. El agua caliente
que necesitaremos estará en función de la receta de cerveza basada en el
reparto que previamente tendremos calculado entre el vertido principal (agua
utilizada en la maceración) y el posvertido (agua de aclarado).
Como ejemplo, para elabora 20 litros de cerveza, si utilizamos 5 kg de
malta y 2,5 litros de agua por cada kilo de malta (12,5 litros vertido
principal), necesitaremos unos 20 litros de agua para el posvertido. Del total
del agua utilizada (12x5 + 20 = 32,5 litros), 12,5 litros se consumirán entre
la que absorbe el grano de malta, la que se evapora en el macerado y la que se
evapora en la cocción. De ahí, que muchas veces nos podemos encontrar, que se
indique que se utilice para el lavado tanta agua como cerveza queramos
elaborar. No es totalmente cierto, porque dependerá en gran medida del empaste
inicial. Como cada receta de cerveza tiene establecida una densidad inicial,
también podemos usar el densímetro, así cuando la densidad del mosto llegue a
un cierto punto en función de la receta preestablecida, se interrumpe el
lavado, ya que de lo contrario el mosto está muy diluido y saldrá una cerveza
flojita, sin cuerpo ni alcohol.
El agua calentada a 78ºC se irá añadiendo al recipiente donde está la
malta que se maceró, dejándola reposar unos 10 minutos para que el azúcar se
vaya disolviendo en el agua, procediendo a continuación a extraer por el grifo
y depositandola en la olla de cocción. El agua añadida no debe superar el nivel
de la superficie del grano, por lo que este proceso se irá realizando
paulatinamente.
http://elsecretodelacerveza.com/
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